lunes, 7 de febrero de 2011

La maravilla de encontrar el método.

Yo nunca pude, pero todavía me maravilla. Encontrarme cada tanto con que alguien vio el camino sano para escaparse del infierno. No importa si ese infierno se llama cancer, depresión, droga, desorientación existencial, miseria o delincuencia.

Todos tenemos el nuestro. El mio es chiquito y mundano, obviamente no se parece en nada al de esos que me toca admirar, pero lo padezco desde siempre: el de querer ser todo y nunca completar nada. No logro conformarme ni a mi ni a los que me expectan. Un infierno bastante pelotudo, pero que agobia.

Entonces, ver que alguien es capaz de salir de las adicciones con voluntad, de la delincuncia con estudio y creatividad, de la miseria con ingenio, me hace ver cada tanto la hendija para salir de mi avernito, me recuerda que es posible, hasta que me vuelvo a perder en la maraña de todo lo que quiero hacer además de enfocarme en algo productivo.

Ya va a llegar, y cuando ese día de iluminación me alcance, verán los titulares y los carteles de neon que dirán que me convertí en la madre perfecta, o en la esposa ideal, o capaz en el ama de casa modelo, la empleada ejemplar, la técnica infalible... alguna seguro, veremos cual mata a todas las demas.

Mientras tanto las muy turras se siguen arrancando las mechas adentro mio y no me dejan dormir.

1 comentario:

  1. No te cuelgues y escribí seguido que lo haces muy bien, te comento que acabo de descubrir que podés publicar desde el celu por mail

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