lunes, 17 de octubre de 2011

El orgullo de ser


A nivel politica me toco una generacion de mierda. La que paso la adolescencia y la juventud del gobierno de Alfonsin en su declive al menemato en su apogeo. El fruto de ese contexto fue, en lineas generales, un par de millones de covencidos de que el unico fin de la politica era engordar el bolsillo de los que llegaban al poder mientras paseaban felices por encima de los despojos de los giles que los votaban.

Despues, ya mas grandecita, me comi el sapo de la alianza. Que mas que un sapo fue un mamut. No me olvido mas como me hervia la sangre alla por fines de diciembre de 2001 mientras lo miraba al autista burlandose de mi por television. No tenia plata en el banco, nunca tuve un peso en el banco asi que por ahi no me abrocharon, para mi fue una estafa moral. Salimos a la calle con mi hija de en ese momento 6 años, pero justamente por estar con ella optamos por volver a casa. Al otro dia, en el laburo, muchos se iban para la plaza, yo queria ir, pero para variar mi organismo me traiciono. Un compañero me llevo de los pelos al servicio medico, y de ahi me deposito en el subte con 39 grados de fiebre y una erupcion de padre y señor nuestro.

Despues, la seguidilla de payasos, elecciones, balotagge, y la llegada al gobierno del que parecia que iba a ser uno mas, el que algunos decian que iba a ser un titere y otros que no duraba ni 2 meses.

Y ahi fue donde empece a cambiar mi punto de vista. A lo mejor no inmediatamente, pero cuando los hechos concretos me empezaron a tocar, cuando vi como gente que estaba con la mierda hasta el cuello de a poco empezo a sentir como bajaba el nivel, cuando consegui mi dignidad laboral fundamentalmente, alla por 2005, ahi entendi que la politica es una herramienta, y que como todas las herramientas se puede usar para bien o para mal.

Un martillo puede matar, pero esta pensado para trabajar y para construir. Un politico corrupto, inoperante o imbecil puede llevar un pais a la ruina. Muchos seguro lo llevan. Uno con ideas progresistas, enriquecedoras y productivas puede levantarlo de los escombros.

Y sobre todo empece a ver que alguien por fin tenia un proyecto a largo plazo que no apuntaba al negocio si no al beneficio de la gente. Y empece a creer en la politica. Y cuando esa figura se fue pero hubo una continuidad en el rumbo, me convenci que se habia afianzado una nueva generacion que no quiere pisar cabezas, si no que quiere juntar manos para forjar un pais digno.

Que se entienda bien, puse digno y no poderoso. Los paises poderosos se hunden hoy por hoy por su propio peso, los arrastra el lastre de los años de haber vivido a expensas de otros, que se cansaron, y cuando les cortaron el chorro no les quedo mas remedio que empezar a comerse entre ellos.

Un pais digno, donde todos trabajamos a la par, desde la cabeza hasta las bases, para salir del pozo entonces, y para ser cada dia mejores ahora, para que todos tengamos las mismas posibilidades, es lo que quiero para mis hijos.

No me salve con los gobiernos de Nestor Kichner y Cristina Kichner, soy una trabajadora mas, en general no llego a fin de mes, la remo y mucho. Pero no voto mirandome el ombligo, ni me olvido como estaba en el 2001, ganando 1/3 de lo que gano ahora (en la sacrosanta moneda universal, obviamente en pesos la proporcion es otra) en el mismo trabajo, sin beneficios sociales y con mi marido de 37 años desocupado.

Entonces es asi, desde lo personal y desde lo social, mi voto del proximo domingo es el que con mas conviccion voy a emitir. Voy a votar a Cristina Fernandez de Kichner porque ella y Nestor me devolvieron la ideologia, algo de lo que habia sido privada por generaciones de politicos/comerciantes, que la desvirtuaron al punto de convertirla en un negocio. Porque me devolvieron la dignidad. Porque me hicieron sentir orgullosa de venir de una familia peronista. Porque me regalaron el orgullo de serlo.

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